El estudio ‘La realidad familiar en Andalucía 2021’ aborda los comportamientos de la vida familiar y privada de los andaluces
La Fundación Centro de Estudios Andaluces (CENTRA) de la mano del profesor de sociología de la Universidad de Málaga, Luis Ayuso, y en colaboración con las investigadoras del Centro de Investigación Social Aplicada (CISA), Olga Jiménez Rodríguez y Nadia Khamis Gutiérrez, han publicado el estudio ‘La realidad familiar en Andalucía 2021’ en el que se le pregunta a los andaluces y andaluzas acerca de su vida familiar y privada, sus opiniones, comportamientos y actitudes al respecto. Esto ha permitido adentrarse en el conocimiento de las familias de Andalucía en un momento de cambios tan profundos y rápidos que estamos viviendo.
La encuesta está dividida en diez bloques y 37 preguntas realizadas entre el 16 y el 21 de enero a una muestra de 3.596 andaluces. Esta encuesta ha puesto de manifiesto el cambio generacional que se viven en la actualidad: una mayor tolerancia, igualdad y respeto hacia las diferentes personas con opiniones y valores distintos.
La concepción de la vida familiar ha cambiado, ocho de cada diez andaluces se muestran muy o bastante de acuerdo con que una pareja no casadero conviviente tenga los mismos derechos que una pareja casada, el divorcio como solución a los problemas de pareja, la monoparentalidad o la adopción por parte de parejas homosexuales.
La estructura familiar andaluza y el impacto de la COVID-19
La tendencia en los hogares andaluces, que se encuentran con un número medio de personas por hogar mayor que en el resto de España, es hacia el envejecimiento, menos hermanos y más pluralidad de formas de vida familiar.
La cultura familiar de Andalucía se ve plasmada en este estudio: la familia es la que debe ayudar a sus miembros en caso de que lo necesiten. El 71% de los andaluces cree que la familia es quien debe hacerse cargo del cuidado de los mayores, y el 61% opina lo mismo de personas dependientes. A la hora de pedir dinero prestado, los andaluces consideran que es preferible pedirlo a la familia que a un banco (57%). La familia es considerada más importante que los amigos.
La pandemia ha empeorando la situación económica de las familias en un 40%, principalmente la de los jóvenes de entre 18 y 34 años. También se reflejan los efectos del teletrabajo y de estudiar a distancia (un tercio a favor y otro en contra). Donde no se ha cambiado de parecer es en los deseos de tener hijos o nietos (71%), pudiendo haber un pequeño baby boom tras la pandemia.
La comunicación familiar mejora en un 30% al pasar mas tiempo con la familia, así como la implicación en las tareas del hogar con el 21%, sobre todo los más jóvenes.
La dinámica de la vida familiar de los andaluces
En cuanto a los proyectos de vida en pareja, dos tercios de las parejas están casadas (67,5%), el 82% a través de un unión religiosa y un 17% de forma civil. La cohabitación está también muy presente, un 28% se encuentran como parejas de hecho sin registrar y un 4,1% están registradas como tales.
Las diferencias por sexo en el reparto de tareas domésticas y cuidados sigue siendo evidente, recayendo sobre la mujer la mayor parte del peso, aunque con ocurre lo mismo con los jóvenes de entre 18 y 29 años, con una tendencia al reparto equitativo. Desciende el porcentaje de tareas realizadas tradicionalmente por la mujer como la limpieza, preparar la comida o el cuidado de familiares enfermos.
Para la toma de decisiones también continuan las diferencias por sexo, la mujer en temas como el reparto de tareas o el cuidado de los hijos tiene más relevancia. En cuanto a la economía familiar, en el 56% de los hogares es el hombre quien más aporta; en el 21% la mujer y en el 13% ambos por igual. La gestión del dinero tiene grandes diferencias generacionales, aunque hay una tendencia a la existencia de una “bolsa común” en la administración de este.
En cuanto al impacto de las nuevas tecnologías, parece haber un cambio de tendencia en comparación con la franja de 2014 y 2021. Por ejemplo, en el caso de la comunicación con los abuelos se percibe un aumento del 9% al 30%; también en la comunicación entre padres e hijos (del 15% al 28%), así como en la posibilidad de hacer cosas juntos (del 8% al 20%) o la comunicación de la pareja (del 12% al 21%).
Presencia y papel de los hijos
La encuesta refleja la diferencia entre el número medio ideal de hijos (2,38) y el real (1,59). Las personas de 35 y 64 años que viven en las capitales de provincia tienen menos probabilidad de tener hijos que si habitan en localidades de menor tamaño. En las mujeres jóvenes, las andaluzas universitarias tienen la mitad de hijos que el resto de mujeres con estudios inferiores (22% frente a 44%).
Las razones para no tener hijos se diferencian por grupos de edad: los menores de 29 años dicen ser demasiado jóvenes (59%); entre 30 y 39 años las dificultades económicas para tenerlos (21%); en el grupo de 40 a 29 años, no tener o haber tenido la estabilidad de pareja (26%) y elegir libremente no ser padres o madres (13%); y entre más de 50 años, no haber podido tener hijos biológicamente (19%).
El análisis por grupos de edad indica las dificultades económicas para tener hijos de las nuevas generaciones. En la generación de personas más mayores, el 93% de los hombres se encontraba trabajando a tiempo completo en el momento del nacimiento de su primer hijo, y solo un 1,3% afirmaba estar en paro. Estas cifras contrastan con la realidad actual de los jóvenes padres andaluces, sólo el 68% se encontraba trabajando en el momento del nacimiento de su primer hijo a tiempo completo y un 16% estaba en paro. Esta situación se agrava analizando el caso de la mujer: en las madres más jóvenes, solamente el 35% tenía trabajo a tiempo completo, un 15% a tiempo parcial, y una cifra de desempleo del 36%.
La falta de oportunidades y expectativas y emanciparse muy tarde en el caso de muchos de los jóvenes se ve en buena medida compensada por la convivencia cómoda en los hogares. Las principales fuentes de conflicto entre padres e hijos son la falta de colaboración en casa (59%); el rendimiento por estudios o trabajo (39%); y la falta de comunicación (29%).
Las nuevas generaciones ponen en alta relevancia la figura de los abuelos, jugando un papel fundamental como transmisores de la cultura familiar, pero principalmente como elemento instrumental: el 45% ha recibido de ellos ayuda económica; el 36% ayuda con el cuidado de los hijos y, en menor medida, también realizan funciones de apoyo al estudio, en el 30% de los casos.
El estudio ‘La realidad familiar en Andalucía. Opiniones, actitudes y comportamientos’, es el primero de tres estudios sobre las tendencias actuales en la realidad social andaluza en tres aspectos clave de la profunda transformación social: familia, conciliación y juventud. El segundo estudio sobre conciliación y cuidados, será presentado el próximo 29 de abril en el Museo de la Autonomía de Andalucía, y contará con la participación de importantes especialistas como Constanza Tobío Soler, catedrática de Sociología de la Universidad Carlos III y experta en género y conciliación; Marta Seiz Puyuelo, investigadora de la UNED y experta en conciliación familiar y teletrabajo; y Pedro Romero Balsas, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y experto en permisos parentales y paternidades.