No me refiero al gran Rey Macedonio, que podría ser. Me refiero a Alejandro Rojas Marcos. El líder del antiguo Partido Socialista Andaluz luego Partido Andalucista. El mismo que esta misma semana ha presentado un libro con el presidente de la Junta de Andalucía Juan Manuel Moreno Bonilla. Es probable que muchos recuerden vagamente a este político andaluz. Todo un icono del andalucismo político de la segunda ola del andalucismo. Hay muchos debes y muchos haberes en su trayectoria política que no debemos señalar ahora, pero sí que es necesario señalar que este Rojas Marcos no es el que era amigo de Gadafi o le regaló a Jomeini un disco de Carlos Cano. Este Alejandro es amigo de los herederos de UCD, los que decían que el referéndum de Autonomía de Andalucía no era el referéndum de los andaluces. Los que pusieron todas las trabas para que los andaluces siguieran en el vagón de cola.
Que las derechas andaluzas reconozcan el día 4 de Diciembre como el día de la Bandera de Andalucía es un regalo. Pero quizás un regalo envenenado. Unas derechas que se envuelven en la bandera andaluza pero no por defender el poder ( político) andaluz ni algo mucho más importante por defender la soberanía andaluza. Lo está haciendo con 2 objetivos. Diferenciarse del españolismo rancio de Vox. La inmensa mayoría de los andaluces y andaluzas se sienten andaluces en mayor o menor medida ( más del 85 %) además de españoles y este es un dato sociológico fundamental.
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