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Con motivo de la celebración del Día Mundial del Cáncer de Ovario, que se celebra el próximo 8 de mayo, la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM) ha querido informar de los últimos datos sobre este tipo de tumores en la comunidad y de los avances y novedades terapéuticas más importantes que se están logrando en los últimos años en este campo, para continuar concienciando a la sociedad sobre la importancia del cáncer y lanzar un mensaje de optimismo y esperanza a las pacientes y familiares con tumores de ovario.
En este año 2022 unas 600 mujeres serán diagnosticadas de cáncer de ovario en Andalucía, si bien casi la mitad de ellas logrará superarlo gracias a los últimos tratamientos y terapias oncológicas que están mejorando el diagnóstico, la supervivencia y la calidad de vida de muchas pacientes, en especial en las mujeres con cáncer de ovario de origen hereditario o con mutación de BRCA.
El cáncer de ovario es uno de los tumores más graves entre las mujeres, y que cada vez afecta más a la población femenina. Se estima que este año se diagnosticarán en España unos 3.600 nuevos casos de cáncer de ovario, constituyendo la principal causa de mortalidad por tumor ginecológico. Actualmente se sitúa entre los diez primeros tipos de cáncer con más casos detectados en mujeres cada año, y el sexto con mayor mortalidad en la población femenina. «Esto es debido a que aproximadamente el 70% de los tumores de ovario se detectan en estadios avanzados», explica la doctora Purificación Estévez, coordinadora del Grupo de Trabajo de Cáncer Ginecológico de la SAOM, y oncóloga médica del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla.
No obstante, «los resultados en el tratamiento del cáncer de ovario han mejorado poco a poco, sobre todo tras la identificación y aplicación de nuevas dianas terapéuticas y terapias personalizadas para las pacientes», añade. Así, casi la mitad de las mujeres con cáncer de ovario conseguirá superarlo, ya que la tasa de supervivencia en este tipo de tumores ha ido creciendo en los últimos años, y ya se sitúa en el 41%, con un crecimiento de un 9% en el último periodo del que hay datos en España (2008-2013).
El cáncer de ovario es una enfermedad más frecuente en las mujeres postmenopáusicas, sobre todo entre 50-75 años. Entre los factores que complican su diagnóstico y tratamiento y explican su elevada mortalidad se encuentran la ausencia de síntomas específicos al inicio, que motiva que la mayoría de pacientes se presenten con enfermedad diseminada al diagnóstico, y la ausencia de métodos de detección precoz eficaces y validados. Así, la mayoría de pacientes (70-80%) se diagnostican en estadios avanzados de la enfermedad. Además, se trata de un cáncer heterogéneo, del que existen al menos 5 subtipos con un perfil histológico, molecular y mutacional diferenciado que explica su diferente respuesta al tratamiento y evolución.
Ante la dificultad de contar con una técnica o método para la detección precoz del cáncer de ovario y su identificación en estadios iniciales, la SAOM recomienda a las posibles mujeres afectadas que acudan a su ginecólogo cuando aprecien algún posible síntoma de la enfermedad. Los síntomas más frecuentes son la hinchazón o distensión abdominal progresiva, la sensación repetida y persistente de plenitud con la comida, incluso con pequeñas cantidades, molestias pélvicas y/o abdominales que persisten y no tienen una explicación lógica, o molestias al orinar y/o hacer deposiciones que persisten y no se explican por otras causas, o el sangrado vaginal inapropiado.
Además, es importante evitar los factores de riesgo a nivel general del cáncer, como el consumo de alcohol y tabaco, o los vinculados a un estilo de vida poco saludable (obesidad, sedentarismo). De hecho, algunos estudios ya han demostrado la relación causal entre la obesidad y diferentes tipos de cáncer, entre ellos el de ovario, por lo que se debe seguir apostando por las medidas de prevención para evitar todos aquellos tumores que puedan ser evitables.