La fotografía de unidad tomada este lunes a los líderes de distintos partidos políticos de izquierdas ha acabado por evidenciar más discrepancias de las que ya se imaginaban en un escenario completamente atomizado en Andalucía. En menos de una semana, y con el horizonte de unas elecciones autonómicas que pocos se atreven a adivinar cuándo se convocarán, la anunciada candidatura única en la que hasta seis formaciones han empezado a trabajar se ha convertido en el altavoz perfecto para airear las diferencias y erosionar confluencias y alianzas, cuando no el seno de los propios partidos, que se creían cohesionadas y capaces de hacer frente a un posible gobierno de las derechas.
Lunes 28 de marzo. A media tarde trasciende una imagen. En ella vemos a distintos líderes políticos caminando decididos por la calle. Poco después conoceríamos que salían de una primera reunión, celebrada por la mañana en la céntrica Casa Sáhara, en Sevilla, para empezar a trabajar en una candidatura única de las izquierdas para las andaluzas. Son, de izquierda a derecha, Pilar Távora, ex portavoz de Izquierda Andalucista; Tasio Oliver junto a Esperanza Gómez, de Más País Andalucía; Francisco Sierra, catedrático de Teoría de la Comunicación; Mar González, de Verdes Equo; Sebastián Martín Recio, portavoz de la Coordinadora andaluza de Mareas Blancas; Toni Valero, de Izquierda Unida; José Antonio Jiménez, de Iniciativa del Pueblo Andaluz; Nico Sguiglia, de Podemos; y Ernesto Alba, del Partido Comunista de Andalucía.
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