La portavoz de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, acompañada por la senadora de Adelante Andalucía Pilar González y el eurodiputado Miguel Urbán, ha mantenido una reunión hoy con responsables de la Unesco para tratar de coordinar estrategias en la defensa de Doñana. En efecto, «se trata de buscar una estrategia común para presionar al Gobierno andaluz y a las fuerzas que lo sustentan, para que dé marcha atrás en la presentación de esta ley que ha iniciado su tramitación, pero que nos parece que debería ser inmediatamente retirada o completamente reformulada para garantizar el futuro del Parque Nacional de Doñana, de la agricultura de la zona y también del prestigio de los frutos rojos que puede resentirse en los mercados internacionales, como consecuencia de esta dudosa trazabilidad ambiental».
Rodríguez ha lamentado que «precisamente, quienes han sido más taxativos en la defensa de Doñana, están fuera de nuestra tierra». Así, «hemos visto pronunciamientos muy rotundos por parte de la Unesco, la Comisión Europea o, incluso, sentencias condenatorias por parte del Tribunal de Justicia de la Unión de Europea». Por eso, «además de aliarnos con los movimientos sociales de Andalucía, como la Plataforma Salvemos Doñana, vamos a salir a buscar ayuda». Para la portavoz de Adelante Andalucía, «quien debería estar aquí hoy es el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, escuchando las recomendaciones de la Unesco, competente también en Doñana, al ser Parque Nacional, Patrimonio de la Humanidad, Reserva de la Biosfera y todas las figuras que se nos ocurran de protección».
Teresa Rodríguez ha advertido que «a día de hoy, el Parque Nacional está en riesgo», al tiempo que ha recordado que «Doñana se ha convertido en una especie de muñeco vudú maltratado durante mucho tiempo por distintas cuestiones, como la búsqueda de gas, la minería, el urbanismo salvaje y, sobre todo, el agua». Así, «hoy nos encontramos que el 80% de la masa de agua en superficie ha desaparecido en Doñana, y que ha sido en sólo unos años, desde que el urbanismo salvaje y la agricultura intensiva han ido secando el parque», ha denunciado.
En este sentido, «el plan de la fresa suponía la legalización de una serie de regadíos que, de alguna forma, tenían un equilibro precario con la supervivencia del Parque, pero lo de ahora es algo totalmente inasumible para el futuro de Doñana y también para el futuro de la agricultura en la zona». Y es que «nosotros venimos a defender el futuro porque tenemos que tener como mínimo la responsabilidad de legar a las siguientes generaciones intacto el patrimonio, no sólo el Parque Nacional y las especies que la habitan, sino también la agricultura del futuro». Al respecto, Rodríguez ha sido tajante al exigir que «las siguientes generaciones de onubenses puedan también cultivar y para ello tiene que haber una corresponsabilidad social y ambiental».
En definitiva, «queremos trazar una estrategia común con los movimientos de la sociedad civil, los grupos ecologistas, con agricultores que no quieren esta ley y con los organismos internacionales que están posicionándose en su contra, para colocar en el centro de la importancia informativa y de la opinión pública la necesidad de que hoy protejamos Doñana para garantizar su futuro».
Finalmente, Teresa Rodríguez ha hecho un llamamiento al Gobierno central para que sea «valiente». «Esperamos desde pronunciamientos públicos muy claros hasta un recurso al Tribunal Constitucional si se aprobara y, sobre todo, que meta en cintura al PSOE de Andalucía, porque esta ley ha pasado con el voto a favor del PP, Cs y VOX pero también con la abstención del PSOE». Ha recordado que la argumentación del PSOE para justificar su abstención fue «decir que las cosas había que hacerlas discretamente», esto es, «hacer la vista gorda con los pozos ilegales, como hizo cuando tuvo competencias en la materia». Por todo ello, «el Gobierno debe decirle al PSOE andaluz que no es admisible que pongan en riesgo al Parque exactamente igual que las derechas de Andalucía».