- Elecciones en Andalucía: Todos los detalles del debate en RTVE
- El debate de las elecciones andaluzas, en directo
El primer debate de las elecciones andaluzas con los seis candidatos no dejó ninguna sorpresa, pero sirvió para confirmar posiciones y sospechas. El candidato del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, con las encuestas a favor, remó a favor de corriente, huyó de la confrontación e intentó pasar todo lo desapercibido que pudo teniendo en cuenta que llegaba como presidente en funciones al debate. Fue el foco de las críticas, como era lógico, argumento que incluso uso para defenderse: «soy el hombre de moda».
Juan Marín, candidato de Ciudadanos, en una situación diametralmente opuesta, con las encuestas dejándolo fuera del Parlamento, jugó a ser útil al PP. Puso sus cartas sobre la mesa con claridad y dijo querer pactar con el PP para reeditar al gobierno. El problema son los números, debe conseguir al menos siete u ocho diputados, lejos de la proyección que le dan los estudios demoscópicos. Durante el debate intentó -sin éxito- confrontar con Macarena Olona, la candidata de Vox.
Olona, de turista
La alicantina desarrolló un papel desagradable, teatralizado y estridente. Tiró del argumentario clásico del partido del ultraderecha incluso repitiendo memorizadamente coletillas de su propia campaña, dando la sensación de ser una turista con clichés aprendidos sobre Andalucía más que alguien conocedora de la realidad.
Olona Negó la violencia de genero, señaló al inmigrante y habló del cortijo socialista. El candidato del PSOE, Juan Espadas, solo replicó por alusiones cuando recordó la célebre frase de su esposa en una comisión de investigación: «Word Perfect». Pidió respeto. Precisamente de Espadas se esperaba algo más. Su nivel de conocimiento es inferior a Moreno Bonilla, Marín y Teresa Rodríguez y debió aprovechar el escaparate. Fue de menos a más. Encontró seguridad conforme pasaron los minutos y se mostró como única opción alternativa: «derechas o derechos», repetía. No obstante, no parece ser el candidato arrollador que necesita el PSOE para levantar los resultados. Su moderación y sus formas apenas lo diferencian en lo estético de Juanma Moreno. De hecho, cuando el presidente le achacó falta de carácter el candidato socialista casi que lo asumió con una especie de «igual que tú».
La candidata de Por Andalucía, Inma Nieto, jugó un papel discreto pero certero. Tiró de datos con ironía y sarcasmo para confrontar con Moreno Bonilla. Apenas se dirigió a Olona y en Espadas encontró un aliado para defender las políticas de empleo del Gobierno de España. Incluso llegó a defender la gestión de Yolanda Díaz. Hubo respeto – o al menos ausencia de apelaciones- entre ella y Teresa Rodríguez, la candidata de Adelante Andalucía, a pesar de que Por Andalucía recurrió su presencia en el debate. Solo un dardo de Rodríguez en el minuto de oro inicial contra la izquierda «que quiere silenciarnos».
«Vox es el partido de los maltratadores»
La única que atacó directamente al discurso de odio de Olona en el debate de las elecciones andaluzas fue Teresa Rodríguez. Posiblemente protagonizó el momento más tenso de la noche. La candidata de Adelante Andalucía calificaba a Vox como «el brazo político del terrorismo machista, el partido de los maltratadores». Todo ello, después de que negara la violencia machista ante el silencio del resto de candidatos, y en especial, de Moreno Bonilla.
También la candidata de Vox criticó el «efecto llamada» que se produce en relación a la inmigración en Andalucía. «Nunca una mujer, una persona homosexual ha caminado con tanta inseguridad por las calles de Andalucía por sus políticas de efecto llamada a la inmigración» afirmó Olona antes de señalar que la diferencia entre el barrio parisino de Saint Denis y Andalucía «es que aquí no se ha celebrado todavía una Champions». También le replicó Rodríguez: «Es difícil que sepa lo que siente una mujer andaluza al andar por la calle porque usted ha andado poco por Andalucía». Para el candidato del PSOE, sus palabras aludieron a una actitud «xenófoba», mientras que la líder de Adelante Andalucía calificó a Olona de «racista».
La sanidad, en el punto de mira
La sanidad también estuvo en el punto de mira. Uno de los servicios más afectados por los recortes, según Espadas, ha sido la sanidad: «Se han despedido 8000 sanitarios este pasado otoño y se siguen suprimiendo aulas educativas en municipios rurales o en barrios, en este caso de familias con rentas más bajas». Así, le reclamó a Moreno Bonilla que «mire los problemas de la gente», por ejemplo, con las listas de espera.
Ante esto, Moreno se defendía reivindicando que «en tres años y medio hemos hecho más que en una década»de gestión socialista. «Llevamos 37 años, casi 40 años, escuchando lo mismo, pero ya no se lo cree. Si yo cierro los ojos, el discurso del señor Espadas es el mismo que hacía en 1990. No me extraña, porque lleva desde 1990 en cargo de la Junta de Andalucía y, por lo tanto, repite ese mismo mensaje. Pero es el mismo mensaje que es un mantra».
También hubo reproches por parte de la candidata de Por Andalucía al presidente de la Junta. Nieto retó a Moreno a ponerse «menos medallitas» por su gestión al frente del gobierno autonómico y, en cambio, «ser más consecuente». «Le veo a usted subido de banderillas», le reprochó al líder del PP, añadiendo que «si quiere, cuando terminemos, nos firma un autógrafo a todos». El líder popular, por su parte, reconocía que «aún queda mucho por hacer», pero que «se han conseguido avances».
Finalmente los candidatos tuvieron un minuto para pedir el voto a los electores. Sorprendió que Teresa Rodríguez emplease su tiempo en pedir el voto para las izquierdas más que para su formación. Hizo un llamamiento a la movilización del votante de izquierda.
El debate fue conducido por la periodista andaluza Paloma Jara, directora territorial del RTVE en Andalucía, y Xabier Fortes, periodista de TVE. Tras concluir el debate, la cadena pública organizó una mesa de análisis sin andaluces en la mesa y que suscitó críticas en las redes sociales, algo que finalmente la pública solventó incluyendo opiniones de periodistas andaluces que seguían el debate desde el centro territorial de Andalucía.