Un equipo de investigación de la Estación Experimental del Zaidín, Granada, y el Instituto de Investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (EEZ-CSIC), ha probado en ensayos con animales la eficacia de un aditivo con capacidad de reducir las emisiones de metano en rumiantes en un 30 %.
Recientemente, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (European Food Safety Authority, EFSA) ha emitido el primer informe positivo en Europa sobre el uso de este aditivo alimentario para reducir las emisiones de metano en estos animales. El estudio confirma que el uso del aditivo no compromete la seguridad del animal ni del medio ambiente, además de no producir efectos perjudiciales sobre su digestión o su ingesta.
El aditivo, que contiene la molécula 3-nitrooxypropanol (3-NOP), responsable de la actividad anti-metanogénica, ha sido desarrollado durante los últimos diez años y su proceso de solicitud de autorización y registro comenzó hace ya dos por la empresa DSM Nutritional Products. El equipo de Producción Sostenible de Rumiantes de la Estación Experimental del Zaidín en Granada ha sido el primer grupo de investigación en probar su efectividad en ensayos con animales y ha participado en la identificación del mecanismo de acción de la molécula, lo que ha contribuido a que finalmente sea aprobado.
¿Cómo funciona?
El aditivo 3-NOP inhibe directamente la actividad de las arqueas metanogénicas, los microorganismos responsables de la producción de metano en los rumiantes, consiguiendo una reducción de las emisiones del 30 por ciento sin afectar a la digestión ni salud del animal.
David R. Yáñez Ruiz, investigador de la EEZ-CSIC y principal responsable de este estudio, afirma que «el desarrollo y aprobación de este aditivo supone un hito en investigación en nutrición animal, ha implicado la colaboración de múltiples grupos de investigación en Europa, EEUU, Canadá y Australia, y va a proporcionar una herramienta más al sector ganadero para seguir avanzando en sistemas de producción de alimentos más sostenibles».
Uno de los gases más relevantes en cambio climático
La razón por la que se pretende reducir las emisiones de metano es porque se trata de uno de los gases causantes del efecto invernadero. La ganadería genera el 30 por ciento de la producción de origen antropogénico.
En la reciente cumbre COP-26 de Glasgow, la Unión Europea y Estados Unidos han impulsado la nueva alianza de 100 países que buscan rebajar las emisiones de metano en un 30 % para 2030. Es además un gas con una vida media en la atmósfera mucho menor, aproximadamente 12 años, que la del dióxido de carbono, cuya vida comprende un promedio de más de 100 años, por lo que los efectos positivos de la reducción de emisiones tendrían resultados más inmediatos a efectos de calentamiento global. Una tonelada de metano en la tierra tiene 56 veces más capacidad de calentamiento que una tonelada de dióxido de carbono en un horizonte de 20 años.